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Codo de tenista o epicondilitis, una lesión más común de lo que parece

Aprende sobre esta lesión que tantos quebraderos de cabeza te puede dar. Causas, tratamiento y curiosidades sobre la epicondilitis.

FISIOTERAPIALESIONES

Claudio

10/14/20252 min read

¿Qué es?

La epicondilitis lateral, conocida popularmente como “codo de tenista”, es una lesión frecuente que no afecta solo a deportistas. De hecho, la mayoría de los casos se dan en personas que realizan movimientos repetitivos de muñeca y antebrazo en su trabajo o en actividades cotidianas, como usar herramientas, teclear o cargar peso. Los más comunes:

  • Trabajadores de oficina

  • Limpiadoras del hogar

  • Mecánicos o fontaneros (uso de destornillador)

  • Deportes como tenis, pádel o levantamiento de pesas

Se trata de una tendinopatía de los músculos laterales del antebrazo, especialmente del extensor radial corto del carpo, que es el encargado de extender la muñeca.

Tratamiento

Desde la fisioterapia, el tratamiento se basa en reducir la inflamación y el dolor, mejorar la función del tendón y prevenir recaídas. Para ello la terapia manual ofrece un alivio de los síntomas a corto plazo, mientras técnicas como la neurodinámica permite que el nervio radial recupere su sensibilidad cuando está alterado. El ejercicio de fortalecimiento progresivo es imprescindible para recuperar las capacidades previas del tendón, ya que de no incluirlo es muy probable que al retomar la actividad previa el dolor vuelva a aparecer.

Además, se trabaja la ergonomía y los gestos repetitivos que puedan haber originado la lesión, enseñando al paciente cómo prevenir futuras recaídas.

El tratamiento médico es principalmente farmacológico, pudiendo llegar a realizar alguna infiltración en la zona. Rara vez se requiere cirugía.

Los síntomas más habituales incluyen dolor en la cara externa del codo que puede irradiarse hacia el antebrazo, debilidad al agarrar objetos y molestias al realizar gestos simples como levantar una taza o girar una llave. En fases iniciales, el dolor aparece solo con el esfuerzo, pero si no se trata, puede hacerse constante y afectar significativamente la función del brazo.

Además, puede verse afectado el nervio radial, cuyo recorrido está próximo a esa zona. Esto puede provocar hormigueos, sensación eléctrica, pinchazos o dolor agudo que puede aparecer de forma espontánea incluso en reposo.

Pronóstico

La recuperación completa depende del grado de afectación y del tiempo de evolución, ya que puede variar de unas pocas semanas a varios meses o incluso más de un año.

Con un tratamiento adecuado y la participación activa del paciente en su rehabilitación, los resultados suelen ser muy satisfactorios. Ignorar el dolor o limitarse a tomar antiinflamatorios puede cronificar el problema y aumentar el deterioro del tendón, haciendo más lenta la recuperación.