Tratamiento del dolor crónico en Zaragoza
¿Sufres dolores todos los días o sientes que te cuesta moverte?
¿Has dejado de hacer las cosas que te gustaban?
¿Llevas mucho tiempo así y no encuentras una explicación para lo que te ocurre?
Es hora de cambiar eso.
¿Qué es?
El dolor crónico (también llamado dolor persistente) es el síntoma convertido en la enfermedad.
Normalmente la función del dolor es la protección del cuerpo. Cuando nos duele una región corporal evitamos ciertas actividades o movimientos mientras se produce la curación o para evitar hacernos daño. ¡El dolor agudo es necesario!
El problema es que este sistema de alarma puede fallar y el dolor agudo cronifica. No sólo deja de protegernos sino que provoca mucho sufrimiento a quién lo padece.
Situaciones de estrés, cirugías fallidas, tratamientos erróneos, lesiones rebeldes que no curan cuando deberían… Hay muchas causas que puede ser el inicio de un largo proceso doloroso.
El Sistema Nervioso entra en un estado de activación constante y responde a estímulos que no deberían ser peligrosos.
Podemos padecerlo en cualquier zona del cuerpo, a veces incluso en varias partes a la vez. Incluso puede ir acompañado por sensaciones de rigidez, tensión, calambres, hormigueo, ardor, etc.
¿Por qué es un problema?
Las personas que sufen dolor crónico ven como poco a poco el dolor se apodera de su vida. Dejan de hacer actividades de ocio o incluso el trabajo por el dolor intenso que les provoca.
Además, no hay una explicación clara del problema y es muy difícil aliviarlo. Esta falta de control lleva a la desesperación por encontrar una solución.
Las terapias convencionales (terapia manual, farmacología o cirugías) no dan buenos resultados, a veces proporcionan un alivio a corto plazo pero no eliminan completamente el dolor.
En los últimos años, los avances científicos en el campo del dolor han permitido una comprensión profunda de sus mecanismos, así como el desarrollo de enfoques de tratamiento eficaces y no invasivos.

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¿Cómo sé si sufro dolor crónico?
Se puede manifestar de muchas formas pero hay características que ayudan a reconocerlo:
Dura más de 3 meses
No hay ninguna lesión que lo explique o duele más de lo que debería
Puede aparecer en varias regiones corporales
La zona de dolor se puede expandir al otro lado del cuerpo
Provoca fatiga, rigidez o dificultad para moverse
Es difícil predecir la aparición del dolor y calmarlo una vez está presente
Puede acompañarse de hipersensibilidad al frío, calor, luces u olores intensos
Provoca miedo a moverse y desesperación porque no desaparece
Aparece en momentos de estrés emocional
Está relacionado con insomnio y/o falta de concentración
Es difícil encontrar un diagnóstico por parte de médicos, traumatólogos, fisioterapeutas u otros profesionales.
También se asocia con otros problemas como migrañas, bruxismo, latigazo cervical, síndrome de fatiga crónica, síndrome de colon irritable, fibromialgia, síndrome de piernas inquietas, sensibilidad química múltiple, ansiedad o depresión.


Componentes del programa de tratamiento
Es duro no encontrar respuestas, ¿Verdad? Por eso es importante aprender cómo funcional el dolor y sus mecanismos. Y más importante todavía: desaprender aquellas cosas que perpetúan el poblema.
Lo que pensamos sobre nuestro cuerpo y nuestra forma de afrontarlo influye directamente en cómo lo sentimos.
¿Cómo reeducar al cuerpo para que deje de producir dolor?
Pedagogía en dolor
Movimiento
Reentrenamiento sensorial
En el dolor crónico, nuestro sistema nervioso cambia de forma que se vuelve hipersensible a ciertos estímulos. El cuerpo pasa a prestar más atención de la debida a aquellas cosas que duelen y pierde la capacidad de atender a las cosas placenteras.
La buena noticia es que esto se puede revertir.
El siguente paso es, de forma planificada, volver a realizar aquellas actividades que antes eran imposibles: deporte, hobbies, acciones cotidianas, etc.
Marcamos objetivos personales y mediante un programa de ejercicio adaptado a cada persona vamos alcanzando esas metas.






¿Cómo es el proceso de mejora?
Se trata de un cambio progresivo de hábitos, conductas e ideas que hacen que el dolor persista.
El tratamiento es activo. Esto quiere decir que la recuperación está en tus manos. Para dejar de tener dolor tienes que dejar de pensar y actuar como una persona con dolor.
No se trata de esperar a que el dolor se vaya para volver a hacer las cosas que te gustan, sino al revés.
Y todo es mucho más sencillo cuando entiendes a tu cuerpo en lugar de intentar luchar contra él.


¿Crees que sufres dolor crónico?
Agenda una cita informativa totalmente gratuita donde valoraremos tu caso y te plantearé la opción de tratamiento más acorde a él. Sin compromiso.
Dirección
Centro Deportivo Las Fuentes
Calle Florián Rey 17, Zaragoza
Horario
Lunes 9:00-14:00 y 16:00-20:00
Martes 9:00-14:00 y 16:00-20:00
Miércoles 8:00-14:00
Jueves 16:00-22:00
Viernes 9:00-14:00 y 15:00-18:00

