Sensación de movimiento o giro, como si el entorno estuviera girando. Suele estar relacionado con problemas en el oído interno.
Sensación de desvanecimiento o inestabilidad subjetiva, a menudo acompañada de náuseas. Puede ser causado por diversas condiciones.
Dificultad para mantener el equilibrio, tanto estático como dinámico, lo que puede provocar caídas y limitación de la marcha.
Primero hay que atender a las causas que hay detrás de esos síntomas y los factores que inluyen en los mismos:
No todas las cefaleas son iguales. Algunas como la migraña sólo tienen tratamiento farmacológico pero otras responden de manera satisfactoria al tratamiento con fisioterapia.
La más habitual es la cefalea cervicogénica. Es decir, cuyo origen está en la columna cervical. Esta puede producir dolor que viaja hacia la zona de la nuca, el oído, la frente e incluso de la órbita del ojo. Se reconoce porque se puede provocar con movimientos o posturas de cuello y a veces va acompañada de mareos.