Entendiendo la Artrosis: Un proceso natural y no siempre doloroso

La artrosis es una de las afecciones articulares más comunes, que afecta a millones de personas. Ocurre con mayor prevalencia en las articulaciones de la cadera y rodilla. Aunque también se puede presentar en columna, hombros o manos.

Lejos de ser un simple «desgaste», se refiere a un proceso natural que ocurre en nuestras articulaciones a lo largo de la vida. Implica cambios en el cartílago que recubre los extremos de los huesos, así como en los huesos y tejidos circundantes. Sus síntomas habituales son:

• Dolor
• Rigidez articular
• Disminución de la movililidad
• Hinchazón leve

Si bien es cierto que es más frecuente en personas mayores, la artrosis no es una consecuencia inevitable del envejecimiento dolorosa y puede presentarse en individuos más jóvenes debido a factores como lesiones previas, sobrepeso, malos hábitos o predisposición genética.

Más allá del dolor con la Artrosis

Es fundamental entender que la presencia de artrosis no siempre equivale a dolor o limitación severa. Muchas personas conviven con los cambios articulares de la artrosis sin experimentar síntomas significativos, o con molestias leves y manejables. El impacto real en la calidad de vida se produce cuando la artrosis comienza a limitar las actividades diarias, lo que puede ir desde caminar y subir escaleras hasta tareas más sencillas.

Sin embargo, incluso en estos casos, un enfoque activo y el manejo adecuado de la enfermedad pueden marcar una gran diferencia. Mantener un estilo de vida activo y saludable es clave para ralentizar cualquier progresión y preservar la funcionalidad.

Fisioterapia: Tu aliada en el manejo de la artrosis

El pronóstico de la artrosis, si bien es una condición crónica, es sumamente alentador en términos de manejo y mejora de la calidad de vida. El objetivo principal del tratamiento es optimizar la función articular y mantener los síntomas bajo control.

Aquí es donde la fisioterapia se convierte en una herramienta invaluable. A través de programas de ejercicio terapéutico adaptados a tus necesidades, técnicas manuales, educación sobre ergonomía y otras modalidades, puedes aliviar molestias, mejorar tu movilidad, fortalecer la musculatura que rodea las articulaciones y, en muchos casos, disfrutar de una vida activa y plena sin necesidad de intervenciones más invasivas.

La cirugía es el último recurso para librarse del del dolor y siempre se debería haber agotado la opción del tratamiento conservador antes de pasar por quirófano. Ponte en manos de un fisioterapeuta actualizado si tienes dudas sobre cómo la fisioterapia puede beneficiarte o si simplemente quieres saber más sobre cómo cuidar tus articulaciones a largo plazo.