El dolor crónico o dolor persistente ocurre cuando el síntoma se convierte en la enfermedad. Es un estado del Sistema Nervioso en el que el dolor, entendido como una señal de alarma, está constantemente activo y llega a interferir enormemente en la vida de la persona que lo padece.
Según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP): «El dolor es una expereriencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada a un daño tisular real o potencial»
Es decir, la función del dolor es la protección del cuerpo. Cuando nos duele una región corporal evitamos ciertas actividades o movimientos mientras se produce la curación o para evitar hacernos daño. ¡El dolor agudo es necesario!
Las personas que sufen dolor crónico ven como poco a poco el dolor se apodera de su vida. Dejan de hacer actividades de ocio o incluso el trabajo por el dolor intenso que les provoca.
Además, no hay una explicación clara del problema y es muy difícil aliviarlo. Esta falta de control lleva a la desesperación por encontrar una solución.
Aunque el dolor crónico se puede manifestar de muchas formas diferentes, hay características que ayudan a reconocerlo:
También se relaciona con otras patologías como migrañas, bruxismo, latigazo cervical, síndrome de fatiga crónica, síndrome de colon irritable, fibromialgia, síndrome de piernas inquietas, sensibilidad química múltiple, ansiedad o depresión.
En la primera sesión se lleva a cabo una entrevista clínica para conocer el problema en profundidad.
Consiste en la evaluación del nivel de afectación física, funcional y el impacto psicológico que produce un dolor que dura mucho tiempo.
Debes entender qué está pasando en tu cuerpo, por qué te ocurre y qué puedes hacer para remediarlo.
Esto disminuye la angustia que provoca el dolor y hace que se adopten hábitos o conductas favorables.
Una vez conocido el problema, el siguente paso es volver a realizar aquellas actividades que antes eran imposibles: deporte, hobbies, acciones cotidianas.
Un programa de ejercicio adaptado a cada persona permite recuperar la funcionalidad y reducir el dolor.